El café
Uno de los más grandes placeres que he encontrado ha sido el de beber café, me encanta su sabor, su color, su consistencia, su aroma. El tomarlo en la oficina me relaja, me da ánimo, me despierta y en ocasiones hasta me hace olvidar por un instante las presiones diarias.
Además, el tomarlo en un cafecito de los que hasta hace poco han empezado a abrirse por todas partes, me ha permitido conocer sabores y texturas, formas distintas de tomarlo y hasta exóticas. En esos cafecitos también he gozado de las mejores conversaciones ya sea con mis amigos o compañeros de trabajo. ¡Nada mejor para ponerse al día en la vida de la gente que queremos que frente a una taza de aromático café!.
O en las tardes lluviesonas y frías, que sinceramente no son mis favoritas, cuando uno se quiere sentir apapachada, pues a tomar un cafecito calientito con la persona más especial para una de todo el mundo, hablando de naderías y riendo, pues hasta el frío se quita.
Y qué me dicen cuando uno anda en las librerías, adoro visitar esa cafetería chiquititita que algunas tienen, en ocasiones son sólo dos mesitas, pero hasta parece que la calidad del café es inversamente proporcional al tamaño de la cafetería, mientras más chiquita es está, mejor sabe el café, frente al libro que se acaba de comprar, se te va el tiempo rápido y lo saboreas lentamente.
Hasta cuando hace calor, pues un buen café frío ¡por supuesto que te refresca! a mi me encantan sobretodo cuando salgo con las amigas a ver alguna película, no perdono mi café frío con mucha crema batida y chispas de chocolate...
¡Ah y casi lo olvido! otro buen momento para tomarme un café, es frente a la computadora, cuando estoy en algún trabajo de la escuela, hoy en mi Tesis, buscando información, revisando y actualizando mi blog o simplemente navegando, pues la inseparable taza de café no puede faltar. Todo aroma...
Es todo, uno de los grandes amores de mi vida es el café.
Aquí les dejo la dirección de un blog, es interesante porque habla del tema:
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