Sucesos inesperados, duelos y otros monstruos
Había dejado de escribir por un motivo que me sembró en el campo de la depresión:
Enfermé
Algo que no veía venir llegó, a principios de diciembre de 2022, con todo el plan navideño encima y el cierre del ejercicio laboral, un par de visitantes llegaron para quedarse a convivir conmigo el resto de mi vida:
Diabetes
Hipertensión
Podría hablarles de lo mal que me sentí físicamente, que en verdad de diciembre a apenas unas dos semanas mi cuerpo no era el cuerpo que conocía, sufrí mucho y lo hice sufrir.
Podría contarles mi malestar emocional, no creer lo que me pasaba y aún así tener que afrontar algo que me daba terror.
Podría comentarles que no solo mi cuerpo y emociones se enfermaron, también mi mente, caí en depresión y tuve y tengo ataques de ansiedad.
Pero eso fue una historia muy terrible para compartir, mejor me enfoco en lo positivo de todos estos tres meses, porque si hubo un aprendizaje y muchas cosas positivas:
Detenerme a pensar en mi cuerpo, en mis emociones y en mi mente, saberme vulnerable y tomar las riendas de eso tan importante que me forma como ser humano.
Acercarme a mi parte espiritual, encontrando apoyo donde sólo podría haberlo, Dios.
Compartir con familiares primero y luego amigos de la importancia de cuidarse la salud día a día, porque una vez perdida ya nada es igual.
Sentir una evolución en mi cuerpo, saberme que me puedo caer pero al mismo tiempo que tengo la fuerza de levantarme.
Y no menos importante, cuidar mi cuerpo físico, checar que mi alimentación sea más sana, hacer ejercicio físico, tomar agua, tener horarios establecidos y deshacerme de equipaje que no me era útil, mi peso.
A donde me lleve esto, es incierto, lo que si se es que día a día con el apoyo de Dios, de mi familia y amigos lucharé para que cada día sea un tiempo que no se debe desaprovechar, la vida es corta, la salud efímera y no hay mucho tiempo que desperdiciar en situaciones negativas.
Comentarios